Algunas aclaraciones previas...
En
principio tenemos que hablar del poder de la palabra hablada, documentado en la
Biblia y en las prácticas orientales, siempre se ha hecho mención a su poder:
·
Génesis 1.1,
dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo
era Dios”,
·
Juan 1:14 “ Y
el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros y vimos su Gloria, Gloria como
del Unigénito del Padre, lleno de Gracia y Verdad”,
·
Génesis 1:3 “Dios
dijo hágase la Luz y la Luz se hizo”.
Aquí comenzamos a tener una mayor dimensión acerca de la palabra hablada y su poder, nos da su verdadera dimensión los registros sobre los milagros que Jesús realizó a través del Verbo en el evangelio: ¡Lázaro, levántate y anda!, y así varios de los “milagros” los realizó el Padre a través de Él por medio de Su palabra.
Entonces podemos sacar una
primera luz, que la Palabra es Dios, o que Dios se manifiesta a través
de la Palabra.
·
Juan 8:58 Jesús
nos dice: “En verdad, en verdad os digo, antes que Abraham naciera, fuese YO
SOY”.
El
Verbo Divino.
Ahora
vamos a esclarecer algunas diferencias
- DECRETOS: Como su palabra lo dice es determinar, ordenar, es el mandato del hijo o hija de Dios dado en el nombre de la Presencia YO SOY y del Santo Ser Crìstico (en el nombre del Padre y del Hijo) para que la Voluntad del Todopoderoso así abajo como es arriba se manifieste. Es el medio por el cual el Padre Todopoderoso tiene para que se manifieste su Divina Voluntad en la Tierra a través de nuestra enunciación del mismo, somos los canales responsables de manifestar la Voluntad Divina aquí y ahora, que es nuestra propia glorificación en Cristo.
- LA
INVOCACION: Es el acto de invocar a
alguna Deidad para que ayude, proteja, inspire y nos asista en cualquier
emprendimiento que vayamos a realizar. Generalmente se realiza cuando estamos
por comenzar alguna celebración o evento en el que necesitemos iluminación,
poder y amor para realizarlo con la mayor justicia y equidad, para beneficio de
la obra y sin perjuicio para nadie.
- EL FIAT: Es una sanción u orden dada desde la Autoridad, una definición de la Verdad desde la Autoridad Suprema, Dios, por ejemplo “YO SOY el camino”, YO SOY la Verdad, “YO SOY la Resurrección y la Vida”. Algo determinante y verdadero. Son exclamaciones dadas de el Poder, el Amor y la Sabiduría desde nuestro Ser Interior, nuestro Santo Ser Crìstico (el Hijo).
- LA AFIRMACIÒN: Es la confirmación o ratificación de la Verdad, afirman la acción de la Verdad en el hombre, en su ser, conciencia y mundo, afirman el Poder de la Verdad que desafía la actividad de los caídos, por ejemplo: YO SOY la Resurrección y la Vida!, en contraposición a la distorsión de la Verdad y la recalcitrante repetición de patrones desarmonices que impiden que la Luz de Dios en cada uno de nosotros se manifieste. Es decir la conciencia de derrota y pesimismo de que esta compuesta la mayoría de la conciencia humana.
En
el Oriente, tienen el Verbo Sagrado el AUM u OM que por medio de su enunciación
por parte de Dios en forma permanente desde el inicio, en forma de vibración cósmica,
es lo que creo y sostiene el universo,
diciendo permanentemente ES o YO SOY, el Verbo es donde vivimos, nos movemos y
tenemos nuestro Ser, o sea que la palabra es creadora.
Entonces
vamos creando nuestro mundo de acuerdo a nuestros sentimientos y pensamientos
expresados a través de nuestras propias palabras; y de allí provienen todas las
distorsiones que nos aquejan en nuestras vidas personales, sin contar con las
que hemos creado en vidas pasadas.
Hemos sido los creadores de nuestro propio
laberinto del cual no sabemos como salir, y así esta la humanidad, perdida en
un mundo de falsedad, ilusión, o maya como dirían los orientales, transitoriedad y
vacuidad.
Los
decretos vienen a restaurar todas las distorsiones que hemos creado en nuestras
vidas y a la vez por la unicidad que tenemos con toda Vida prestamos un servicio
a la humanidad y al planeta, reestableciendo la Luz de Dios en los planos de la
materia.
Por
consiguiente tenemos en nuestras manos, a través de los decretos, una
herramienta de un valor que no alcanzamos a dimensionar, y a la vez una gran responsabilidad de
manifestar en este plano, la Luz de Dios que nunca falla y reestablecer el Plan
de Divino en la Tierra, a través de dedicar unos minutos todos los días a la enunciación
de los mismos.
El
decreto dinámico, se lo llama así porque implica una cadencia de enunciación y
a la vez un ritmo que se establece en quienes lo recitan, tanto en la
repetición como en la velocidad que la persona o grupo establece, transformándose
en una canción de libertad y felicidad del Fuego de Dios en nosotros.
Por lo tanto el decreto es una matriz de Luz
cuidadosamente elaborada, que ha sido dictada e inspiradas por un Maestro
Ascendido y contienen patrones específicos de Luz con fines puntuales, llamadas
“Copas de Luz”.
Al
recitar un decreto siguiendo la cadencia del mismo y las palabras inscriptas
vamos dando un curso específico para que la Luz del Espíritu fluya a los planos
de la materia, manifestando la perfección que el decreto expresa a través de
nuestros vehículos a los tres planos de nuestro mundo.
De
esta forma, y de manera persistente vamos corrigiendo todas las faltas que por
ausencia de conciencia hemos cometido a
la Luz de la Vida que Dios nos dio y continúa dando en forma ininterrumpida
para la manifestación de la perfección en nosotros.
¿COMO
MANIFESTAR LA PERFECCION A TRAVES DEL DECRETO?
Hay un factor muy importante para la manifestación completa de la perfección de un decreto, que es el poder de centrarse en el chacra cardiaco y desde nuestro amor, devoción y comunión plena con nuestro Santo Ser Crístico, atraer, como un magneto, la perfección de la Luz de Nuestra Poderosa Presencia YO SOY a nuestro mundo.
He
aquí la contundencia de los decretos, porque no están dados desde la
personalidad o ego, sino desde nuestra identidad y autoridad Divina.
Por
ende la enunciación de un decreto no puede fallar en la manifestación de la perfección
en nosotros, en cuanto nuestra conciencia y corazón estén puestas en el.
Es reaprender la enunciación del verbo, ser
conscientes de la herramienta que Dios nos dio, de la potencia creadora de la
que somos herederos por ser hechos a imagen y semejanza de nuestro Padre, somos
creadores como Él.
Por
ello la Gran Hermandad Blanca y por pedido de Saint Germain y El Morya a la
junta Kàrmica, se otorgo la dispensación de que los decretos fueran dados a un
conjunto de devotos de la Llama en el mundo externo.
Y Ellos así evaluar los resultados, y gracias a la entrega, dedicación y los votos
de usar la Llama de la Vida a través de los decretos con Honor, es que hoy
tenemos la posibilidad de transformar nuestras vidas y al planeta para el Gran
Ciclo Cósmico que se inicia.
Así
los decretos vienen a restaurar todas las distorsiones que les hemos ocasionado
a nuestros vehículos (mental, emocional,
etéricos y físico) por la inconsciencia de nuestra verdadera identidad, y por
la calificación distorsionada de la Luz de Vida que Dios nos da permanentemente, un
ejemplo es el decreto que restaura la armonía en nuestra mente:
Libera
mi mente para siempre,
Fuego
Violeta brilla por siempre
¡En
lo profundo de mi mente!
Dios
que me das el pan cada día
De
Fuego Violeta mi cabeza llena,
Hasta
que Tu Celestial Resplandor
¡De
mi mente haga Mente de Luz!
¡He
aquí nuestro desafío!
Fuente:
Extractos de los dictados de los
Maestros Ascendidos y de Summit Lighthouse.