Elige un lugar para decretar
Es
preferible decretar en una habitación en la que nadie te pueda molestar.
Siempre es mejor si la mantienes limpia, bien iluminada y ventilada. El polvo,
el desorden, el aire viciado y una iluminación escasa reducen la eficacia de
los decretos porque impiden el flujo de la luz y pueden, asimismo, repeler a
los Ángeles, los cuales siempre contribuyen a amplificar las energías liberadas
por tu Presencia YO SOY y por los Maestros. También puedes colocar en la
habitación donde vas a decretar, si lo deseas, una mesa o escritorio y una
silla.
Postura para decretar
Mantener
una postura adecuada mientras decretas te será de ayuda a la hora de invocar la
luz para que ésta fluya más libremente a través de ti. Si te sientas con la
columna recta y la cabeza erguida, tus siete chacras principales quedarán
alineados, lo cual permitirá que la energía se desplace con más facilidad por
los chacras y por tus cuatro cuerpos inferiores. Hay quien opina que las sillas
con un respaldo recto facilitan una postura correcta. Si te resulta más cómodo,
puedes optar por la postura del loto completo o el medio loto.
Una
vez sentado o sentada, es conveniente no cruzar los brazos ni las piernas y
colocar los pies planos sobre el suelo. El cruce de manos o piernas puede
causar un "cortocircuito" de las energías que invocas. Los pies
planos en el suelo hacen que esa luz circule a través de ti y se ancle en tu
entorno. Es igualmente recomendable poner las manos en forma de copa, con las
palmas hacia arriba, encima de tu regazo. Hay un chacra de un rayo secreto en
el centro de cada una de ellas. Al colocarlas en forma de copa cuando decretas,
esos chacras podrán contener más cantidad de la luz que fluye hacia ti.
Mientras
decretas, puedes mantener con más facilidad la columna recta si sostienes la
hoja con el decreto a la altura de los ojos o ligeramente por debajo. Ello
evita que inclines la cabeza para leerlo. Si lo prefieres, puedes sentarte
frente a una mesa en la que puedas apoyar el decreto sobre un libro u otro
objeto, dejando así las manos libres para recibir las bendiciones que estás
invocando por medio de los decretos. La repetición facilita la memorización del
decreto, lo cual solventará totalmente el problema.
Respira profundamente
Los
decretos dan mejores resultados cuando respiras profundamente y con
regularidad. Una respiración fuerte y profunda puede proyectar la luz a través
de tus chacras. La siguiente técnica te servirá para adquirir la costumbre de
respirar de forma correcta. Al inspirar, infla el abdomen. Luego espira
mientras lo metes hacia dentro. Ello te permitirá concentrar la atención en la
zona abdominal inferior y en el diafragma, para que los pulmones se llenen
desde el fondo. Si practicas este ejercicio a menudo, comprobarás que respirar
profundamente te resultará más fácil. Podrás, así, decretar con más poder y
obtendrás mayores resultados.
Cuando
estés listo o lista para comenzar la sesión de decretos, haz una respiración
lenta y profunda. Expulsa todo el aire de los pulmones, luego inspira despacio.
Puedes entonar el OM o el YO SOY EL QUE YO SOY lentamente, al espirar una o
varias veces, para sintonizarte con tu Yo Superior.
Mientras
decretas, mantén una respiración lenta y rítmica. Intenta hacerla más lenta
para que puedas pronunciar las frases con fluidez al mismo tiempo que respiras,
de modo que puedas poner todo el poder en las palabras. Al hacerlo así, los
pulmones cooperan con el cerebo y con las cuerdas vocales para atraer la máxima
cantidad de luz desde la Presencia YO SOY.
Habla con autoridad
Las
afirmaciones o decretos se pronuncian con la autoridad del Santo Ser Crístico y
de la Presencia YO SOY y no con la conciencia humana. Cuando logras estar
sintonizado de forma adecuada, tu Yo Superior es quien en realidad recita el
decreto y se convierte en el cumplimiento del mismo en la Tierra.
El
sonido físico y la vibración que resultan del decreto constituyen una fase del
proceso de afianzar la luz espiritual en el plano físico. Dicho proceso se
realza cuando eres capaz de decretar a plena voz. Ello tiene como propósito
dirigir con claridad y potencia la luz de la Presencia YO SOY para que pueda
operar cambios positivos en las circunstancias propias, familiares, de la
comunidad y del mundo.
Las
palabras pronunciadas con voz fuerte suelen emitir un poder mayor que las
susurradas. No obstante, no siempre es posible hacerlo. Éste sería el caso
cuando decretamos en un lugar público, en un apartamento rodeado por otros en
un mismo edificio, o en una habitación en la que otra persona está estudiando o
durmiendo. En tales situaciones, obviamente es mejor decretar en voz baja, en
susurros o incluso en la mente, que no decretar en absoluto. No siempre es más
conveniente hacerlo en voz alta. Y, más importante que eso cuando se recita un decreto, es
centrarse en el amor del corazón.
Centrarse en el amor del corazón
Toda
persona con orientación espiritual ve el corazón como una fuente de energía y
poder inmensos. Ya sabes que el corazón es aquella parte de ti donde reside
Dios y tu punto de contacto con el Espíritu, así como la fuente de inspiración
y autotrascendencia. Reviste especial interés ese contacto con la llama del
corazón cuando practicas la ciencia de la Palabra hablada, puesto que ello
puede amplificar en gran manera la acción de los decretos.
Los
Maestros Ascendidos han explicado que el amor que hay en nuestro corazón
determina el poder de los decretos que recitamos. Cuando enviamos a Dios
devoción y gratitud, trazamos un camino hacia nuestro Yo Superior y hacia los
Maestros Ascendidos que les permitirá mandarnos de vuelta una corriente de ese
amor. El amor que enviamos desde el corazón mientras recitamos decretos es
capaz de intensificar mil veces el poder que tienen.
Centrarte
en el corazón te capacita también para atraer la luz de tu Yo Superior de una
forma poderosamente abierta e intuitiva. Algunas personas notan que, cuando
entran en contacto con la llama de su corazón, al instante sienten una conexión
directa con su Yo Crístico y su Presencia YO SOY. Ese contacto representa una
sintonía interna que produce mayor sensibilidad y orientación al decretar, y
hace que entre más luz a través de ti.
Visualiza para obtener mayores resultados
La
visualización consiste simplemente en crear imágenes visuales en la mente. Hay
quienes son capaces de hacerlo con facilidad, de modo que pueden ver con el
chacra del tercer ojo como si estuvieran viendo una foto o mirando una pantalla
de televisión. La mayoría visualizamos por medio de la imaginación, con nuestra
mente. Ambos métodos funcionan.
Se ha
demostrado que la visualización contribuye al logro en muchos ámbitos. Con el
fin de obtener éxitos mayores, tanto entusiastas del deporte como dramaturgos o
conferenciantes, se visualizan a sí mismos ejerciendo triunfalmente su oficio
antes de entrar en escena. ¡Y en efecto obtienen éxito! De hecho, en algunas
universidades se han realizado investigaciones demostrativas de que la mente
humana no distingue entre visualización mental y actividad realmente física.
Podemos
sacar provecho de ello si utilizamos la visualización para aumentar la eficacia
de la ciencia de la Palabra hablada. Al concentrarnos conscientemente en la
imagen de lo que deseamos crear, contribuiremos a que la Presencia YO SOY lleve
a cabo nuestras órdenes. Eso es así porque la visualización actúa como un imán
que atrae las energías creativas del Espíritu para satisfacer el proyecto
original sostenido en nuestra mente.
Puesto
que la visualización es un amplificador tan importante, resulta mejor emplearla
cada vez que decretes, si puedes. La memorización de los decretos lo hará más
fácil. Concéntrate en visualizar el principal resultado positivo de tu decreto.
Por ejemplo, si deseas disolver la tensión existente en una relación, visualiza
la Llama Violeta rodeándoos a ti y a la otra persona mientras recitas un
decreto de Llama Violeta.
Aunque
tengas dificultad para visualizar, el decreto funciona de todas formas. Pero si
eres capaz de visualizar la acción deseada, observarás que los resultados se
obtienen más fácil y rápidamente.
En el
siguiente ejercicio, "expande el poder de tus decretos", puedes
empezar a practicar la visualización de la Llama Violeta. Intenta, si quieres,
hacer esta sencilla tarea antes del ejercicio, si crees que te va a resultar
difícil visualizar.
1. Enciende una vela.
2. Concéntrate en la llama durante unos segundos.
3. Cierra los ojos.
4. Observa la llama en el ojo de tu mente.
5. Coloréala de violeta.
6. Repite los pasos del 1 al 5 hasta que seas capaz de formarte
una imagen clara de la Llama Violeta.
Júntalo todo
Decretar
es utilizar la ciencia de la Palabra hablada para que la energía pase, en
ciclos, a través de tus cuatro cuerpos inferiores a fin de crear una vida y un
mundo mejores. Empleas el cuerpo físico para pronunciar la palabra. Tu cuerpo,
postura, entorno, respiración y voz son los cálices físicos que se usan para
invocar y recibir la luz espiritual que el decreto invoca. Centrarse en el amor
del corazón consiste en utilizar el cuerpo emocional como conducto puro y santo
para la luz. Por último, la visualización se sirve de los cuerpos etérico y
mental para establecer el patrón perfecto a fin de que la luz se abra paso. Por
tanto, si juntas todos estos factores conseguiras la mayor emisión de luz del
Espíritu a la materia y te colocarás en el sitio que te corresponde como
cocreador con Dios.
Ejercicio: Expánde el poder de tus decretos
Este
ejercicio te dará la oportunidad de practicar todas las técnicas que hemos
tratado a lo largo de este apartado sobre la Palabra hablada. Al seguir los
pasos que vienen a continuación podrás lograr una sesión más eficaz, así como
mayores beneficios. Se incluye un nuevo decreto de Llama Violeta:
"Radiante Espiral de Llama Violeta".
1. Instálate en una habitación limpia, bien iluminada, en la que
nadie te pueda molestar. Siéntate frente a un escritorio o una mesa que te
permita colocar la hoja con el decreto a una distancia de los ojos que te
resulte cómoda, sin que tengas que inclinarte.
2. Siéntate en una silla que tenga un respaldo recto, sin cruzar
brazos ni piernas, con los pies planos en el suelo y las manos en forma de copa
sobre el regazo, o en posición de loto o de medio loto.
3. Cierra los ojos y durante treinta segundos respira
profundamente desde el abdomen (vientre) hasta que te sientas tranquilo y
centrado. En la última espiración, canta el YO SOY EL QUE YO SOY despacio y
pausadamente.
4. Concentra tu atención en el corazón, muy al fondo. Recuerda
algún suceso o imagen especial de tu vida que te traiga sentimientos de amor,
gratitud o aprecio. Deja que se expandan y crezcan.
5. Visualiza la Llama Violeta llenándote el aura. Puedes usar
una imagen de esta llama para facilitarte la labor. Observa como se extiende en
todas direcciones a tu alrededor en un diámetro de unos tres metros.
6. Recita el siguiente decreto tres veces de
forma pausada mientras sostienes la visualización de la Llama Violeta.
Radiante
Espiral de la Llama Violeta
(Preámbulo)
En el nombre de la Amada Poderosa Victoriosa Presencia de
Dios, YO SOY en mí, y de mi muy Amado Santo Ser Crístico, yo decreto:
(Parte Principal del decreto)
¡Radiante espiral de la Llama
Violeta,
Desciende y destella a través de mí!
¡Radiante espiral de la Llama Violeta,
Libera, Libera, Libera!
¡Radiante Llama Violeta, oh ven,
Impulsa y destella tu Luz en mí!
¡Radiante Llama Violeta, oh ven,
Revela el Poder de Dios para todos!
¡Radiante Llama Violeta, oh ven,
Despierta la Tierra y libérala!
¡Resplandor de la Llama Violeta,
ven,
Estalla y ebulle a través de mí!
¡Resplandor de la Llama Violeta, ven,
Que todos te vean, expándete!
¡Resplandor de la Llama Violeta, ven,
Establece tú, Misericordia aquí!
¡Resplandor de la Llama Violeta, ven,
Transmuta ahora todo temor!
¡Y con
plena Fe acepto conscientemente que esto se manifieste, se manifieste, se manifieste!(3X),
¡aquí y ahora mismo con pleno Poder, eternamente sostenido, omnipotentemente
activo, siempre expandiéndose y abarcando el mundo hasta que todos hayan
ascendido completamente en la Luz y sean libres!
¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY!
¡Amado YO SOY!
EL PODER DE LOS DECRETOS DINÁMICOS
Dar órdenes
mediante el poder de la Palabra
El poder de la Palabra está bien
documentado. La Biblia, por citar un ejemplo, narra como Jesucristo la usó para
obrar milagros. Ordenó a los enfermos que se curacen, al viento y al mar
tempestuoso que se calmaran y a los espíritus malignos que salieran de los que
estaban poseídos. Incluso resucitó a un hombre de entre los muertos por medio
de la Palabra hablada. El Evangelio según San Juan relata cómo Jesús gritó con
fuerte voz: "¡Lázaro, sal fuera!", y Lázaro se levantó de los
muertos, con vendas y envuelto en un sudario.
La Ciencia de la Palabra Hablada
es el método más efectivo de los que se conocen hoy día para le resolución y
progreso espirituales. La práctica de esta ciencia distingue las enseñanzas de
los Maestros Ascendidos de la mayoría de las demás organizaciones. Combina la
oración, la meditación y la visualización con afirmaciones y decretos dinámicos
que usan el nombre de Dios, "YO SOY".
Los Maestros Ascendidos nos
enseñan que es necesario que utilicemos esta poderosa herramienta para
contrarestar el desorden y la degeneración crecientes en nuestro tiempo. Vemos
todos los días malas noticias sobre los efectos del clima, la guerra y la
delincuencia. No hay que desesperar ante semejante panorama. ¡La ciencia de la
Palabra hablada es un método rápido y conveniente para realizar cambios
positivos y efectivos en el planeta! Al llamar a Dios, a los Maestros
Ascendidos y a los Ángeles utilizando la Palabra hablada, podremos convertirnos
en instrumentos del cielo en la Tierra para ayudar de manera activa a resolver
muchas circunstancias negativas.
Cómo el
decreto dinámico exige respuestas del cielo
Tradicionalmente los seres
humanos han utilizado la oración como medio para entrar en contacto con el Ser
Supremo. Cuando oramos mostramos a Dios, en voz alta o en silencio, adoración y
agradecimiento. Le confesamos nuestros pecados o le pedimos que nos ayude. Al
rezar, nos abrimos a un estado de comunión con Él por medio del deseo de
nuestro corazón. Una vez que se ha establecido esa comunión, la gracia de la
Divinidad desciende a nuestro mundo en forma de Luz espiritual para efectuar el
cambio milagroso.
Debido al poder del sonido,
recitar una oración en voz alta produce mayores resultados que orar en silencio.
El decreto dinámico es una forma de oración hablada cuidadosamente elaborada.
Se diferencia de la oración normal en que las palabras que lo componen han sido
dictadas o inspiradas por un Maestro Ascendido y contienen patrones específicos
de Luz. De hecho, se les llama a menudo "Copas de Luz". En un
dictado, el Maestro Ascendido Omri-Tas dijo: "Os hemos entregado con
nuestros decretos Copas de Luz en forma de palabras, mantras procedentes de las
Octavas Puras del Espíritu, de los Cuerpos Causales de los Maestros
Ascendidos".
Los decretos son la más poderosas
de las súplicas al Ser Supremo. Conectan con el Poder ilimitado de Dios al usar
el nombre "YO SOY", como hacen las afirmaciones. El simple hecho de
recitar un decreto establece un patrón determinado para que la Luz del Espíritu
fluya a la materia. Cuando se recita con devoción, el decreto dinámico atrae
hacia abajo la Luz de la Presencia YO SOY, con mayor eficacia, para traer el
máximo bien posible.
Los decretos tienen la capacidad
de ordenar una acción instantánea a las Huestes de Luz, los Maestros
Ascendidos, los Ángeles y los Arcángeles. Mientras que una sola oración puede
provocar la respuesta de unos cuantos Ángeles, un sencillo decreto recitado con
profunda devoción y concentración puede reunir cien mil Ángeles al lado de la
persona que los necesite. El Maestro Ascendido Saint Germain nos ha dicho que
cuando damos un decreto con el total fervor de nuestro corazón, los Ángeles más
elevados del cielo se despiertan. El decreto apasionado aparece ante ellos como
un fuego que arde en la Tierra. Añadió que, tan pronto como el decreto se
pronuncia, bandas enteras de Ángeles se abalanzan para cumplir la orden.
Recitar un decreto más de una vez
multiplica más todavía este resultado. A medida que se repite el decreto, las
ondas sonoras se fortalecen y la vibración se intensifica. La repetición
rítmica de las palabras generan ondas de poder que forman una especie de
cascada, algo parecido a ondas de luz que se amplifican al crear un rayo láser.
Éste es capaz de hacer un agujero en un metal sólido quemándolo. Del mismo
modo, una corriente de sonido rítmico correctamente producida es capaz de
transmutar la materia física y eliminar la densidad y la discordia.
Los decretos
son cartas espirituales
Puede considerarse a los decretos
cartas espirituales porque, al igual que ellas se componen de tres partes: 1)
Un saludo llamado preámbulo, 2) el decreto propiamente dicho, y 3) un cierre.
Vamos a ver a continuación las características de la parte principal del decreto.
La parte
principal del decreto
Se trata de una fórmula con
expresiones muy cuidadas, compuesta de afirmaciones que apelan a una
determinada cualidad espiritual con el fin de efectuar un cambio positivo en la
persona que decreta, así como en muchas otras. Expresa el deseo de convertirse
cada vez más en la divinidad innata y es una petición de ayuda a tu Yo Superior
y a los Maestros Ascendidos. Por ejemplo, la parte principal de un decreto que
invoca la cualidad cósmica de la Misericordia diría lo siguiente:
Gotas de Misericordia
descienden
Como suave lluvia de verano,
Derrite toda sustancia endurecida
¡Mi dolor interno disuelve!
¡En el nombre YO SOY!
¡En el nombre YO SOY!
¡En el nombre YO SOY!
En resumen, esta parte del
decreto contiene la orden o el mandato para que la luz actúe en el mundo. Puede
repetirse tantas veces como se desee para obtener un mayor resultado. Cuantas
más veces se repita, más luz se emitirá para ejecutar la acción solicitada.
Espera la próxima lección.
Continuaremos con más enseñanzas sobre "La Ciencia de la Palabra
Hablada".
En la Luz de Cristo,
Fuente: The Summit Lighthouse
Colombia
www.summitcolombia.org