El KARMA es un término muy en boga en las
últimas décadas en todo occidente. Su origen etimológico del Sánscrito
significa "una energía inconmensurable que se deriva de los actos humanos" y alude
a las leyes de causa-efecto o retribución.
Es una ley universal, como la ley
de gravedad, no pertenece a ningún Dios en especial, una acción genera una
causa y su consecuente reacción posterior, en donde se compensan en el presente
acciones pasadas, una ley del equilibrio.
Hoy lo vamos a ver desde un
punto de vista diferente, desde la concepción oriental, tanto budista como
hinduista, todo en el Universo es Mente, todo ha sido creado por el Dios
Universal a partir de su pensamiento y la enunciación de Su Verbo creador en
donde la manifestación tuvo lugar.
En el hombre sucede algo similar,
por estar hecho a imagen y semejanza de Dios, según la religión Cristiana y
desde lo oriental, el hombre como microcosmos, también está dotado de la
facultad del pensamiento, es co-creador junto con Dios de su propia realidad o
manifestación. Muchos no somos conscientes de que somos creadores con nuestro
pensamiento, y así tenemos las manifestaciones en nuestra vida acorde a
nuestros pensamientos.
EL INICIO ESPIRITUAL
EN EL HOMBRE
Cuando el hombre comienza a
tomar conciencia de la naturaleza de sus pensamientos se inicia en el camino
espiritual, sabe que determinados pensamientos van a construir su vida en
moldes constructivos o bien van a deteriorar la Vida que Dios le proporcionó.
Ahora bien, ¿qué hace que un
pensamiento sea constructivo o no?, bien la tradición oriental tiene un dicho
espiritual de alto significado que dice: “la energía sigue al pensamiento”,
esto quiere decir que depende el curso que tenga lo que pensemos va a ser la
energía que se genere.
Aquí tenemos dos variables muy
importantes: pensamiento y energía, y ¿qué es lo que tienen ambas en común?, en
que el pensamiento es la única herramienta que genera vibración, entendiendo
por vibración la oscilación que tenga una porción de materia. Ahora, ¿pensamiento
es materia?, si, desde la concepción oriental, e incluso desde el occidente,
pensamiento es materia en un plano más sutil.
Y también podemos comprobar que la mayoría de
los objetos que observamos con nuestros sentidos tienen una vibración, desde la
física la estructura atómica de cada elemento, y desde lo más observable vemos
que todos los objetos tienen una nota tonal.
¿Qué quiere decir esto?, que si
generamos una vibración similar a la nota tonal de un objeto este comenzará a
oscilar y generar un sonido en resonancia, un ejemplo claro son los cristales
como generando cierta oscilación comienzan a emitir un sonido.
VIBRACIÒN
Vamos a escuchar diversos
sonidos, depende de la estructura atómica de cada objeto, a una estructura más
liviana el sonido será elevado en la escala tonal, como también si la
estructura atómica es más pesada su sonido será mas bajo en dicha escala.
Aquí tenemos que traer también
una ley física, que es la Ley de gravedad, lo más liviano tiende a elevarse y
lo mas pesado a descender. De esta forma tenemos que entender también nuestros
pensamientos, la calidad de nuestros pensamientos van a elevarse o elevarnos o
bien van a descender o descendernos de acuerdo a la vibración que generemos con
ellos.
De esto rara vez somos
conscientes, salvo los momentos en que experimentamos una situación de gran
felicidad, nos sentimos como transportados en una situación de gran gozo; o
bien cuando estamos deprimidos, nos sentimos pesados y todo nos cuesta y
andamos más lentos.
Ahora bien si pensamiento es
materia en un plano más elevado o más sutil, quiere decir que nosotros
moldeamos esa materia (más sutil) de acuerdo a nuestros pensamientos, esa
materia va a elevarse o descender de acuerdo a la vibración que le impongamos.
LEY DE POLARIDAD
Ahora, ¿adónde va esa materia según
la vibración que le generemos?, decíamos que se elevaba o descendía, pero adónde?.
Decíamos que toda materia, sea
en el plano que se halle, es energía con una determinada vibración, de acuerdo
a nuestros pensamientos podemos sutilizar esa energía o densificarla, pero ¿dónde
se aloja?.
Bien en alguna medida, como dice
también otro proverbio oriental: “como es arriba así es abajo”, es decir que si
en este plano tenemos una ley de gravedad, también la hay en los planos más
sutiles, la ley de polaridad según la enseñanza de oriente.
Si podemos identificar el polo
positivo como el Espíritu y el negativo como la materia, podemos observar que
son distintos estados vibracionales: la materia es la vibración más baja del
espíritu y el espíritu es la vibración más alta de la materia. En una
conclusión muy sencilla podemos espiritualizar o materializar nuestros
pensamientos.
Hoy a través de los distintos
descubrimientos de la física cuántica y la Teoría de la relatividad, se ha
descubierto que el espacio atómico es 99,99999% vacío y la parte de masa es sólo
el 0,00001% y de acuerdo a la Teoría de las cuerdas, en donde se articulan toda
una serie de dimensiones, en donde entra en cierta consonancia con la
concepción oriental del universo, la concepción oriental de microcosmos y
macrocosmos nos proponen distintos planos de manifestación.
LO SÍMIL ATRAE A LO SÍMIL
Pero volviendo a lo que nos
atañe, el terreno de los pensamientos, de acuerdo a la vibración o
característica que tengan van a ir donde la vibración sea similar. Ello surge
de otra teoría “lo símil atrae a lo símil”, o sea que si los pensamientos son
de elevada vibración, van a elevarse hasta encontrar el plano de vibración
similar, lo mismo pasa con los pensamientos de vibración baja, van a descender
al plano que le corresponda, o sea que depende de nosotros en el plano que
queremos estar.
Ahora bien esa energía de
acuerdo a la vibración que tenga, ¿dónde se aloja?, si es de una vibración baja
se va a alojar en los planos de la materia (polo negativo), y si son de una
vibración alta se va a alojar en los planos del espíritu (polo positivo), que
es la vibración más alta que puede tener la materia. Justamente en ese gran
espacio de vacío que hay en la estructura atómica, y si es de una vibración muy
alta tiende a elevarse a los planos del espíritu a ser uno con el espíritu
porque son de la misma naturaleza, o sea en una conclusión muy simplista tiende
a expandir nuestro espíritu si se puede decir de esta forma.
Ahora que nos sucede cuando en
general tendemos a tener pensamientos de vibración baja, toda esa energía que
permanentemente hacemos oscilar, se aloja en los espacios subatómicos y con el
tiempo y vidas, según la concepción de oriente, se va densificando cada vez más
ese espacio y por la ley de gravedad cada vez estamos más anclados en los
planos de la materia que en el del espíritu, o sea que cada vez estamos más
polarizados con la materia, con el polo negativo, hay mucho plasma o materia densa en los espacio de la estructura
atómica.
LEY DE EQUILIBRIO O
KARMA
Todo está muy clarito, pero ¿qué hacemos con
esto?, porque con el tiempo todo ese plasma o materia que queda anquilosada en
los espacios subatómicos en algún momento tiene que reequilibrarse, como ley en
todo el universo, o repolarizarse dicho de otra forma; pues todo en el universo
tiende al equilibrio.
El punto es ¿de que forma se
equilibra?, ahí esta la cuestión, y aquí viene la concepción de karma o
retribución; en los casos de polarización negativa, aparece a través de alguna
enfermedad, o retribución en la relación con nuestros semejantes, en donde no
podemos explicar con nuestra mente concreta algunas situaciones que nos suceden.
De nosotros depende como
queramos seguir polarizando nuestra energía o pensamientos; si de alguna manera
queremos comenzar a revertir nuestra situación, en principio vamos a tener que
repolarizarnos no tanto con la materia sino mas bien con la parte nuestra del
espíritu.
Entonces tendremos que comenzar
a hacer la diferencia a través de sentimientos y pensamientos de una frecuencia
más elevada, en idioma más campechano a sentir mas alegría, felicidad,
solidaridad, gratitud, perdón, paz y otros sentimientos y pensamientos más
sutiles, que hacen a la concordia de nuestra vida con nuestros semejantes, y no
permitir que pensamientos o sentimientos oscuros vuelvan a anclarnos en los
planos de la materia y el sufrimiento (polo negativo).
Hemos visto como grandes hombres
y mujeres en diferentes tiempos ha escalado la montaña del espíritu,
consagrándose a causas nobles que han dejado la huella para la humanidad:
Gandhi, la Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, como ejemplos conocidos y
actuales, con ellos debemos caminar para escalar nuestra montaña.
En estos tiempos, gracias a un
edicto Divino, y por intercesión de Saint Germain, ¡se nos ha brindado la
oportunidad de utilizar la Llama Violeta de la libertad!. La Llama Violeta
consume, por la alta frecuencia de su vibración, toda la escoria que hay en
nuestros planos más densos, para que la retribución del karma no sea tan
traumática, es algo que podemos usar cotidianamente, con 15 minutos diarios nos
transformamos, y cambiamos nuestro ambiente alrededor pero ese será tema de
otro capítulo.